Ruth Willmington
Las reclamaciones de seguros presentadas por gestores y administradores de inversiones tras una pandemia y remitidas a ASL están aumentando. Se refieren tanto a siniestros a primer riesgo como a terceros. Las reclamaciones en sí pueden ser complicadas. A menudo implican aspectos desafiantes relacionados con la cobertura de la póliza, especialmente en torno a la propiedad de los fondos, así como complejos cálculos de quantum. Es fundamental comprender el sector, la relación entre los gestores de inversiones, sus clientes y otros profesionales, así como ser capaz de analizar la reclamación de forma competente.
Los siniestros que hemos tramitado en los últimos seis meses han incluido los siguientes atributos:
- Fraudes de ingeniería social que se aprovechan de los cambios en los entornos de trabajo y dan lugar a que los asegurados paguen fondos inadvertidamente a terceros delincuentes.
- Descubrimiento de las circunstancias resultantes de un examen más minucioso de los resultados a lo largo de un año turbulento.
- La pérdida de fondos de inversión debido a la ejecución incorrecta por parte de los asegurados de estrategias de negociación y reequilibrio de la cartera.
Aunque el número de siniestros que hemos observado en este ámbito ha aumentado, todavía no está claro hasta qué punto está relacionado con la pandemia. ¿Se trata del resultado de Covid-19 o de una tendencia a la presentación de siniestros en el marco de pólizas globales de seguros de gestión de inversiones que se habrían producido independientemente del virus? Lo que está claro es que el valor de los fondos manejados por estas entidades es grande y esto siempre presentará oportunidades para los defraudadores, así como la exposición a importantes reclamaciones de terceros.