Fraude en el comercio de materias primas: un problema creciente
Una consecuencia de los conflictos que a menudo se pasa por alto es el aumento del fraude en el comercio de materias primas. Los comentaristas lo han identificado como resultado de la guerra entre Rusia y Ucrania y, con la guerra entre Hamás e Israel, el escenario está preparado para un impacto aún mayor.
El comercio de materias primas es una industria en sí misma. Fundamentalmente, ha permanecido inalterado durante más de un cuarto de siglo, a menudo a contracorriente de la tendencia a una mayor automatización de los procesos. Los expertos prefieren las máquinas y el papel a los sistemas informáticos. Las operaciones suelen abarcar continentes y los valores en juego son elevados. Una combinación muy atractiva para los defraudadores.
En un reciente artículo del FT, Baptiste Audren, director de ingresos de Komgo, una plataforma líder en financiación del comercio, afirmaba que "si los bancos occidentales ya no financian el negocio ruso del petróleo y el gas, entonces se canalizan más préstamos hacia otras industrias y empresas más grandes... Cuando hay más bancos luchando por el negocio, entonces hay más posibilidades de fraude". En resumen, las oportunidades para los defraudadores aumentan.
Los comentarios del Sr. Audren tienen mucho sentido para nosotros.
Lo mismo ocurre con las repercusiones financieras. A pesar de los conflictos actuales, los precios de las materias primas se han mantenido, y se prevé que se mantengan, ostensiblemente estables. Sin embargo, en relación con la guerra entre Hamás e Israel, el Banco Mundial ha afirmado recientemente que "lasperspectivas de los precios de las materias primas se oscurecerían rápidamente si el conflicto se recrudeciera".
No es de extrañar, por tanto, que los delincuentes tengan cada vez más en el punto de mira a este sector, y que no disminuyan las reclamaciones.
Tales reclamaciones se presentan de muchas formas. Las pérdidas, como ya se ha dicho, pueden ser sustanciales, las partes afectadas variadas y las circunstancias complejas. Sin embargo, la mayoría de los casos tienen algo en común: la necesidad de realizar cálculos detallados, pero comprensibles. En ASL somos especialistas en este campo.
Normalmente, en estos casos, puede haber dos partes que sufran la pérdida.
1. El comprador o comerciante de materias primas:
El cliente final o el comerciante de materias primas sufre la pérdida, ya sea por haber sufrido un robo físico de las mercancías en ruta desde el proveedor, o por haber comprado mercancías que no cumplían la norma predeterminada y que tenían un valor sensiblemente inferior al pagado.
2. El proveedor de financiación de activos:
Especialmente cuando el valor de las transacciones es elevado, a menudo se necesita un servicio de préstamo a corto plazo para facilitar la compra y venta de los productos básicos. La distancia geográfica, las barreras lingüísticas y los cambios de divisa suelen complicar estos acuerdos de financiación. Según nuestra experiencia, y por desgracia, los defraudadores pueden aprovecharse de esta complejidad, independientemente de la diligencia debida del prestamista. El proveedor, el comerciante o el cliente final, pueden causar pérdidas al recurrir a la línea de crédito concedida y salir corriendo.
Hemos comprobado, sobre todo en los últimos tiempos, que la geografía de estos fraudes se ha extendido a todos los rincones del planeta.
Se requiere un enfoque personalizado para todas y cada una de las pérdidas de productos básicos. Cada transacción es diferente, y hay que tener cuidado para apreciar los detalles. Factores a menudo aparentemente periféricos a la cuántica pueden tener un impacto muy importante en la indemnización final. Nuestros contadores públicos tienen la amplitud de conocimientos para tener en cuenta estos factores a la hora de calcular la cuantía. Ejemplos de problemas recientes que hemos visto, que son mejor investigados por profesionales de contabilidad experimentados, incluyen:
- Precios de transferencia intragrupo
- Impuestos sobre bienes y servicios
- Movimientos de divisas
- Valor residual recibido en bienes de calidad inferior adquiridos
- Diferentes puntos de compra y venta
- Fluctuaciones de los tipos de interés y de cambio.
Incluso los veteranos del sector se han visto sorprendidos por la magnitud y complejidad de estos fraudes. Glencore y Trafigura han sufrido fraudes muy sonados, que les han costado más de 500 millones de dólares, y que sólo fueron posibles gracias a la connivencia entre empleados y proveedores. Dado que los defraudadores sortean cada vez más niveles de control, estos fraudes no sólo son difíciles de prevenir, sino también de cuantificar, especialmente cuando han podido operar durante largos periodos.
El impacto de la agitación mundial tiene repercusiones en todos los sectores, y es posible que el comercio de materias primas aún no haya percibido todo el alcance de los recientes acontecimientos. Les mantendremos informados de las tendencias de las reclamaciones que veamos evolucionar.
Más información:
La industria metalúrgica se enfrenta a una oleada de fraudes (ft.com)
